Luego de haber visto estas películas (a través de variados medios), procedo a dar una opinión (porque no me animo a declararla “crítica”), de las mismas.
Empecemos por la gran ganadora, “El Discurso del Rey”. En primer lugar debo expresar mi grata sorpresa al ver esta película, a la que en un principio consideré faltada de argumento, es decir, ¿A quién se le atreve a pensar que la tartamudez de un duque puede ser suficiente tema como para hacer una película? Pero cuando ese duque debe asumir como rey de Inglaterra y debemos ser testigos de la lucha por superar este impedimento del habla en pos de ser un líder de tamaña magnitud, sumando el trasfondo histórico en que se nos ubica… Uf! Una combinación perfecta para lograr una película realmente emotiva.
El discurso del Rey encuentra sus cimientos en actuaciones más que sólidas de sus personajes principales, Colin Firth (oscar a mejor actor, como el rey Jorge VI), Helena Bonham Carter (como Isabel, esposa del rey) y Geoffrey Rush (como el excéntrico logopeda Lionel Logue). Cabe una mención especial en este rubro para Timothy Spall, como Winston Churchill, cuyo personaje fue logrado casi a la perfección, la lástima fue no ver más de él en la película.
Otra característica particular de la película es su fotografía. Recordemos que nos ubican (aparentemente) en el invierno Inglés por lo cual es un tono más bien sombrío el que se muestra, sin embargo, el aspecto más notable son los planos amplios que nos proponen, de locaciones extraordinarias, magníficamente cuidadas. Esto se debe (según mi visión) a que la intención de la película es atrapar y emocionar al espectador, para ello la utilización de esta clase de planos en los que se minimiza la figura de los personajes, haciéndonos sentir que son vulnerables.
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