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lunes, 21 de marzo de 2011

Repasando los Oscars 2011 (1era. parte)

Si Ud., estimado lector, comparte el gusto por el 7mo. arte, quizás haya realizado los mismos movimientos que yo justo después de la entrega de los Oscar del 2011. Primero y principal, buscar y ver dichas películas. Para ser sincero, me pareció una entrega un tanto atípica, ya que las películas nominadas a las principales categorías eran bastante nuevas como para aproximarnos una remota opción de ganador. Salvo “La Red Social”, que tuvo un gran esparcimiento vía web (como era de esperarse también), la mayoría de las nominadas a mejor película eran totalmente desconocidas para la mayoría del público argentino y (calculo) latinoamericano. Es más, prácticamente todas ellas aún hoy no han sido estrenadas en los cines argentinos.

Luego de haber visto estas películas (a través de variados medios), procedo a dar una opinión (porque no me animo a declararla “crítica”), de las mismas.

Empecemos por la gran ganadora, “El Discurso del Rey”. En primer lugar debo expresar mi grata sorpresa al ver esta película, a la que en un principio consideré faltada de argumento, es decir, ¿A quién se le atreve a pensar que la tartamudez de un duque puede ser suficiente tema como para hacer una película? Pero cuando ese duque debe asumir como rey de Inglaterra y debemos ser testigos de la lucha por superar este impedimento del habla en pos de ser un líder de tamaña magnitud, sumando el trasfondo histórico en que se nos ubica… Uf! Una combinación perfecta para lograr una película realmente emotiva.

El discurso del Rey encuentra sus cimientos en actuaciones más que sólidas de sus personajes principales, Colin Firth (oscar a mejor actor, como el rey Jorge VI), Helena Bonham Carter (como Isabel, esposa del rey) y Geoffrey Rush (como el excéntrico logopeda Lionel Logue). Cabe una mención especial en este rubro para Timothy Spall, como Winston Churchill, cuyo personaje fue logrado casi a la perfección, la lástima fue no ver más de él en la película.

Otra característica particular de la película es su fotografía. Recordemos que nos ubican (aparentemente) en el invierno Inglés por lo cual es un tono más bien sombrío el que se muestra, sin embargo, el aspecto más notable son los planos amplios que nos proponen, de locaciones extraordinarias, magníficamente cuidadas. Esto se debe (según mi visión) a que la intención de la película es atrapar y emocionar al espectador, para ello la utilización de esta clase de planos en los que se minimiza la figura de los personajes, haciéndonos sentir que son vulnerables.

En sí una gran película con la que el siempre agradable Colin Firth nos demuestra al fin sus verdaderas virtudes como actor. Muy recomendable, si es que aguantan un ritmo un tanto lento e historias muy humanas.



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